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La producción de frutas en España para 2024 muestra una continuidad en las tendencias observadas en años anteriores, con un notable crecimiento en ciertas categorías y una ligera reducción en otras. Según los datos proporcionados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), la superficie total dedicada a la producción de frutas en España ha alcanzado las 1.091.153 hectáreas en 2024, aunque con variaciones en algunos cultivos específicos, según la Federación de Asociaciones de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX) y el MAPA. El cultivo de frutas de cáscara es el más extendido, ocupando aproximadamente 895.764 hectáreas, seguido por frutas tropicales, cítricos, y uva de mesa, mientras que las hortalizas, fruta dulce y plátano presentan una tendencia a la baja.
En 2023 se enfrentaron desafíos climáticos significativos, como las heladas de abril, que afectaron a la producción de fruta dulce. En cuanto a la producción de cítricos, se espera que alcance los 6,9 millones de toneladas en 2024, recuperando el descenso previamente indicado.
España ha mantenido su posición como uno de los principales exportadores de frutas a nivel mundial. En 2024, las exportaciones españolas de frutas han alcanzado cifras récord, situándose en torno a los 13,5 millones de toneladas. Este crecimiento ha sido impulsado por la demanda creciente en los mercados europeos y asiáticos, con Alemania y Francia como principales destinos.
La comunidad autónoma líder en exportación de frutas continúa siendo la Región de Murcia, que es responsable de una gran parte de las exportaciones nacionales de productos cítricos, melones, y frutas de hueso. En 2023 las exportaciones de esta comunidad aumentaron un 18%.
En el mercado interno, los precios han mostrado variaciones según el tipo de fruta, con una tendencia general al alza debido a los mayores costes de producción y la limitada oferta en algunas categorías debido a problemas climáticos. Las políticas de apoyo del gobierno y las ayudas de la PAC han sido esenciales para mantener la competitividad del sector y promover prácticas agrícolas sostenibles.